Marina Monzón Chavarrías
Psicóloga
Os dejo unos consejos que a mi parecer nos pueden ser muy útiles a muchas mamás.
Buen fin de semana.
Uno de los miedos que tenemos los
padres es saber encontrar el punto exacto de castigo cuando los peques se
portan mal.
Lo primero es saber cuál puede
ser la razón de ese mal comportamiento. Más concretamente, si se comporta mal
intencionadamente o no. En este caso vamos a tratar de ver cómo responder ante
situaciones de este tipo con los más pequeños. No suelen tener intención de
realizar destrozos o portarse mal, pero es importante empezar a ponerles
límites y que diferencien las conductas correctas de las que no lo son.
Dependiendo de la edad debemos
adecuar nuestras expectativas sobre su comportamiento y actuaremos de manera
diferente.
Un niño de entre 0 y 2 años no busca portarse mal, lo
más probable es que esté intentando explorar y divertirse. Nuestra labor es
comenzar a ponerle límites y
mostrarle poco a poco lo que debe y no hacer. Debemos ayudarle a cómo moverse
por el mundo que está descubriendo. Hasta el año no conseguimos mucho dando
explicaciones o elevando el tono de voz, quizá que se asuste. La mejor manera
de responder a algo que hace inadecuadamente es cambiarlo de lugar y darle algo con lo que sí pueda jugar.
A los 2 años ya podemos decirle que ha hecho mal, inmediatamente después de que lo haga, para que pueda asociarlo, no
retienen en su memoria durante mucho tiempo lo que le expliquemos. Se lo
decimos como mucho 3 veces, más sólo entenderá que estamos enfadados, pero ya
no realizará la asociación con su acción anterior. Recordemos que su intención
no era mala, aunque haya hecho algo que no debía. Luego podemos retirarle a otro lugar para que se calme y cambiar
de actividad.
A los 2 años y medio ó 3 debemos seguir guiándoles indicándoles qué han
hecho mal y aplicamos el “tiempo fuera”.
Esta técnica consiste en que, durante un corto espacio de tiempo, se les saque
fuera de la habitación o de la zona en la que estamos. Es importante que sepa
que se ha portado mal, qué ha hecho mal y que tiene consecuencias. Si las
consecuencias de su comportamiento han sido materiales, se les pedirá que recojan o limpien el pequeño destrozo.
A los 4 años debemos seguir diciéndoles lo que han hecho mal y aplicando
el “tiempo fuera”. A esta edad tenemos más herramientas, como la retirada de privilegios si se ha
comportado mal. Debemos poner límites
claros, explicarle las consecuencias de no hacer caso y aplicarlas siempre
que realice el mal comportamiento. Se le puede pedir que pare y si no lo hace
ser coherente.
Pero, como en todo, la prevención es muy importante. Si a
nuestro hijo le premiamos las buenas
actuaciones que tiene y le alabamos conseguiremos que se porte cada vez
mejor. Así que si tu hijo se porta bien es bueno que refuerces esa actitud y,
si hace esfuerzos por portarse mejor que la vez anterior, que sepa que tú lo
valoras y que lo está consiguiendo.
Gracias por este articulo.
ResponderEliminarUn saludo.