viernes, 28 de marzo de 2014

Cómo reaccionar cuando nuestros peques hacen cosas que no nos gustan


Marina Monzón Chavarrías


Psicóloga



Os dejo unos consejos que a mi parecer nos pueden ser muy útiles a muchas mamás.

Buen fin de semana.

Uno de los miedos que tenemos los padres es saber encontrar el punto exacto de castigo cuando los peques se portan mal.
Lo primero es saber cuál puede ser la razón de ese mal comportamiento. Más concretamente, si se comporta mal intencionadamente o no. En este caso vamos a tratar de ver cómo responder ante situaciones de este tipo con los más pequeños. No suelen tener intención de realizar destrozos o portarse mal, pero es importante empezar a ponerles límites y que diferencien las conductas correctas de las que no lo son.
Dependiendo de la edad debemos adecuar nuestras expectativas sobre su comportamiento y actuaremos de manera diferente.
Un niño de entre 0 y 2 años no busca portarse mal, lo más probable es que esté intentando explorar y divertirse. Nuestra labor es comenzar a ponerle límites y mostrarle poco a poco lo que debe y no hacer. Debemos ayudarle a cómo moverse por el mundo que está descubriendo. Hasta el año no conseguimos mucho dando explicaciones o elevando el tono de voz, quizá que se asuste. La mejor manera de responder a algo que hace inadecuadamente es cambiarlo de lugar y darle algo con lo que sí pueda jugar.
A los 2 años ya podemos decirle que ha hecho mal, inmediatamente después de que lo haga, para que pueda asociarlo, no retienen en su memoria durante mucho tiempo lo que le expliquemos. Se lo decimos como mucho 3 veces, más sólo entenderá que estamos enfadados, pero ya no realizará la asociación con su acción anterior. Recordemos que su intención no era mala, aunque haya hecho algo que no debía. Luego podemos retirarle a otro lugar para que se calme y cambiar de actividad.
A los 2 años y medio ó 3 debemos seguir guiándoles indicándoles qué han hecho mal y aplicamos el “tiempo fuera”. Esta técnica consiste en que, durante un corto espacio de tiempo, se les saque fuera de la habitación o de la zona en la que estamos. Es importante que sepa que se ha portado mal, qué ha hecho mal y que tiene consecuencias. Si las consecuencias de su comportamiento han sido materiales, se les pedirá que recojan o limpien el pequeño destrozo.
A los 4 años debemos seguir diciéndoles lo que han hecho mal y aplicando el “tiempo fuera”. A esta edad tenemos más herramientas, como la retirada de privilegios si se ha comportado mal. Debemos poner límites claros, explicarle las consecuencias de no hacer caso y aplicarlas siempre que realice el mal comportamiento. Se le puede pedir que pare y si no lo hace ser coherente.
Pero, como en todo, la prevención es muy importante. Si a nuestro hijo le premiamos las buenas actuaciones que tiene y le alabamos conseguiremos que se porte cada vez mejor. Así que si tu hijo se porta bien es bueno que refuerces esa actitud y, si hace esfuerzos por portarse mejor que la vez anterior, que sepa que tú lo valoras y que lo está consiguiendo.






1 comentario: